Francia es un país caracterizado por castillos, campos de lavanda y la Torre Eiffel, pero es mucho más que un destino turístico: es una experiencia cultural como ninguna otra. Desde las románticas calles de París hasta los viñedos de Burdeos, Francia ofrece una diversidad que fascina a todo tipo de viajeros.
Los 9 imprescindibles de Francia
1. París: la ciudad del amor y la cultura
No hay Francia sin París, la gran capital donde querrás comenzar por la Torre Eiffel, sinónimo absoluto de París. Sube en ascensor hasta una de las plataformas para maravillarte con París desde lo alto, algo digno de admirar.
Después, el Museo del Louvre, los Jardines de las Tullerías y, cruzando el Sena, la Catedral de Notre-Dame, obra maestra de la arquitectura gótica.
Por último, no te vayas sin pasear por los Campos Elíseos hasta el Arco del Triunfo y sin vivir una experiencia parisina, pasar una noche en el barrio de Montmartre, donde se encuentra la Basílica del Sacré-Coeur, lugar en el que los artistas callejeros te invitarán a participar en su arte.
2. Valle del Loira: Castillos de cuentos de hadas
En tren, está a un par de horas de París, y parece una zona de ensueño porque está repleto de hermosos castillos. El más destacado sería el Castillo de Chambord, con su arquitectura renacentista y sus jardines. Otra parada es el castillo de Chenonceau, que se extiende grácilmente sobre el río Cher. También destaca por la tradición vinícola que aquí se mantiene. Visita una de las innumerables bodegas y prueba los mejores vinos del Valle del Loira, desde Sancerre hasta Vouvray.
3. La Provenza: Campos de Lavanda y Pueblos Pintorescos
La vista estival de los campos de lavanda meciéndose suavemente por el terreno montañoso del sureste de Francia, adornado con pueblos encantadores. Un pueblo situado en una colina, con sus calles empedradas y sus vistas panorámicas.
Otra ciudad recomendada es Aviñón, con su Palacio Papal y el Pont d’Avignon, un puente medieval declarado Patrimonio de la Humanidad. Los amantes del arte no deben perderse Arlés, hogar temporal de Vincent van Gogh y lugar de creación de algunas de sus famosas obras.
4. La Costa Azul: Lujo y Belleza Natural
La Costa Azul o Riviera Francesa es sinónimo de glamour y lujo de la jet-set desde que creó ciudades como Niza, Cannes y Mónaco. Todo comienza en Niza, donde se puede pasear al menos por el Promenade des Anglais, relajarse en las playas o sumergirse en las callejuelas y encantadoras plazas de su casco antiguo.
Para momentos más tranquilos, se pueden contemplar las vistas del Mediterráneo en el pueblo de Èze, situado en lo alto de una colina y seguro que no querrás perderte el Jardín Exótico de Èze, un jardín botánico con una gran colección plantas y vistas.
5. Normandía: La historia y la belleza de sus paisajes
Normandía, en el norte, conocida por sus playas del Día D y sus pintorescos paisajes. Revive las grandes batallas de la Segunda Guerra Mundial que se libraron allí en las playas de Omaha y Utah y descubre más cosas sobre estos momentos históricos mientras te desplazas por esta zona, gracias a los museos y monumentos conmemorativos.
Además de su historia, es rica en belleza natural y arquitectónica. Otro lugar popular es el Monte Saint-Michel, donde una isla de roca maciza sostiene una inmensa abadía medieval. Sus paisajes e islotes, normalmente próximos entre sí, cambian por completo durante una afluencia; la isla se ahoga literalmente en el agua.
6. Burdeos: Capital mundial del vino
Burdeos es sinónimo de vino de calidad y es un lugar ideal para los amantes de la enología. La propia ciudad es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Pasea sobre el agua en la Place de la Bourse y el Miroir d’Eau, el mayor espejo de agua del mundo. Haga una excursión de un día a los viñedos de los alrededores para disfrutar y degustar algunos de los mejores vinos del mundo, como Margaux o Saint-Émilion. La mayoría cuentan con visitas guiadas que hablan de la historia y el procedimiento del vino.
7. Alsacia: Entre viñedos y fachadas enmarcadas
Es única por unir la arquitectura francesa con los sabores germánicos en la frontera con Alemania. Estos viñedos producen algunos de los mejores vinos blancos del mundo, como Riesling y Gewürztraminer. Entre ellos, la capital, Estrasburgo, con su asombrosa catedral gótica y su casco antiguo lleno de canales y casas con entramado de madera; otra perla de Alsacia, es Colmar, auténtica ciudad de cuento: sus fachadas de colores y sus calles empedradas parecen salidas de un mundo de fantasía.
8. Lyon: Capital gastronómica
Lyon es la capital de la gastronomía francesa. Es un paraíso para los amantes de la buena cocina, y aquí es donde se pueden encontrar platos típicos de un «bouchon» tradicional, como la quenelle de lucio o la andouillette, para acompañar con un buen vino de la región del Ródano.
Diciembre es también famoso por la Fiesta de las Luces, que decora todos los edificios y monumentos con una iluminación brillante. No se pierda el Vieux Lyon, el barrio renacentista mejor conservado de Europa, ni la Basílica de Notre-Dame de Fourvière.
9. Córcega: la isla de la belleza
Paraíso mediterráneo de playas de ensueño, montañas escarpadas y pueblos pintorescos. Ajaccio, la capital, alberga la casa natal de Napoleón Bonaparte y museos que narran la épica vida de este hombre.
El GR20 es uno de los senderos más difíciles de Europa y atraviesa esta isla de norte a sur. Para los que busquen algo más relajado, Calvi, con su ciudadela genovesa y su impresionante bahía, o explora las calas y playas de Bonifacio, una ciudad asentada sobre blancos acantilados de piedra caliza que parecen flotar sobre el mar.
Consejos para Disfrutar Francia al Máximo
¿Cómo moverte en Francia?
Ofrece un buen número de trenes de alta velocidad (TGV) que conectan con las principales ciudades. Y si quieres desplazarte a otros lugares relativamente remotos, como la Provenza o Normandía; en este caso, se recomienda alquilar un coche.
¿Cómo es el clima en Francia?
El clima está bastante diversificado, oscilando entre un clima mediterráneo en el sur, oceánico en el norte y continental en el este, es decir, de todo un poco. La primavera y el otoño podrían considerarse una época del año en la que hace buen tiempo y vienen menos turistas.
¿Qué comer en Francia?
No deje de probar algunas de las especialidades regionales recomendadas, como el coq au vin de Borgoña, la bullabesa de Marsella o el foie gras de Dordoña. Y, por supuesto, acompañarlo todo con un vino local.
¿Dónde dormir en Francia?
Desde hoteles boutique en París hasta bonitas granjas en la Provenza, en Francia encontrarás alojamiento para todos los bolsillos.
Francia, un país para despertar tus emociones
Es un país para sentir con todos los sentidos. Desde cuando uno pasea por las calles de París, toma vinos en Burdeos o simplemente se pierdete entre los campos de lavanda de la Provenza, cada rincón de Francia es algo especial. No es de extrañar que Francia sea uno de los países más visitados, y la razón es evidente.